DEFCON 2 Tamal

Este post no debería de empezar como va a empezar, pero la discusión ha sido divertida y todo empezó por aquella vez que incluí al betatester en los créditos -yo creía que estaba siendo justo como Salomón o alguien así y me salen con que soy un hijo de la chingada-. Ese día estaba yo platicando una estupidez x relacionada cualquier cosa y con Zasuke cuando salió lo siguiente:

- Ya no me digas betatester

Oh dios! Ya olía yo una de esas conversaciones que no tengo con Lady Hinata; mi relación era la mamada y estaba a punto de tener un arquetipo de conversación marital con mi betatester.

- Que cada vez que me dices betatester me siento Robin o una madre así jodida.

Robin o una madre así jodida?!! Cualquier persona que haya leído un comic de Robin en los últimos 2 años sabría que 'jodido' es lo último que salta a la mente cuando uno piensa en Robin; de hecho ya se iba pareciendo a Batman -pero en mini y con uniforme rojo- y Batman por otro lado ya debía dedicarse a remediar los grandes problemas de la humanidad:

• Erradicar la pobreza extrema del mundo.


• Remediar los problemas energéticos del planeta.


• Hallar la cura para el cáncer, el sida y la estupidez.


• Hacer marte habitable.


• Encontrar el último decimal de PI...


• ... o matar al jefe Pan'ka.

Pues bueno, que le decíamos betatester o le decíamos Zasuke pero ambas dos en el medio y se salía la mula del corral. Intentaremos que quede en betatester para proteger su anonimidad y su bla bla bla.

...

Pero pues estábamos (en la oficina) en que los tamales y los tamales y el post iba para allá. Una compañera del Burrito-Cuartel hacía tamales, buenos tamales. Ya vendía en el cuartel, pero tenía ambiciones de vender donde quiera que hubiera un miembro del Team Burrito: BIBE Seguros, MoleyTopo, Banco Pancarte, Chevecería, etc. Clientes sobraban.

Naturalmente, sabiendo que en mi otra vida yo cerré el Tratado de Ginebra me pidió que le hiciera promoción a sus tamales en MoleyTopo. Al principio el pedido fue apenas de 4 docenas que solicitaron los programadores menos insípidos y poco adeptos de la dieta de burritos del oxxo y naranjadas lala, el siguiente pedido escalo a nuestros líderes y para este viernes todo ser humano con la habilidad de digerir carbohidratos quería tamales.

Creo que la cosa empezó a joderse desde que levanté los pedidos. Por que no habré puesto a Panchito a hacer semejante cosa? De esa forma él habría ido a parar a la hoguera y yo estaría limpiándome los dientes con un palillo tras comer un tamal de camembert.

Los tamales, como una costumbre regia eran de dimensiones patéticas pero de una gama de guisos ridículos: res, pollo, fríjol, res con puerco, pato mutante, camembert, tomate-sandía boliviano, machaca con huevo y picadillo. Como decía, ya se empezaba a joder la cosa...

La jefe orco quería 3 tamales de pato mutante, 2 de pollo, 7 de machaca con huevo, 1.5 de res con puerco y .76 de tomate-sandía boliviano; el gordo sudoroso quería 12.4 de camembert y 9.91 de fríjol; rumpelstinski, cara de pony... todo mundo pidió cantidades ridículas pero específicas. Ya iba imaginando que esto terminaría como la demanda más grande que hubiera recibido la PROFECO o como una cacería de brujas de esas de antes:

- A mi me ha faltado .72 de camembert!

- Mis tomates bolivianos no parecen sandía!

- Los de pato mutante no venían bien cocidos!

Y pues seguro que por los pato mutante colgarían a Cassio de la macroplaza o una cosa así, él los consigue a pesar de no saber ni como se llaman o de donde vienen; sin embargo, si faltaban de los demás, eran mis nalgas las que iban en juego.

Pero salimos al paso, miércoles en tarde y no faltaba un alma en el 3er piso del edificio de informática que no tuviera un pedido. Potencialmente ahora el número de almas implicadas en mi linchamiento si algo salía mal iba de puta madre.


~~~ Llegó el viernes ~~~

10:00am#
Ya no me sentaba yo en el hub del piso, ya no pasaba por mi lugar nadie -lo cuál fue de las pocas cosas gratas de la mudanza- pero en la mañana cada alma vino del piso vino a decir 'Buenos días', preguntar por los tamales o amenazarme con que no habían traído comida por que tendrían tamales para el mediodía. Busqué mi pasaporte y mi visa en la mochila por si hacía falta salir del país de emergencia; si, estaban ahí... los duendes, en caso de tener que buscar un nuevo trabajo; si, también estaban en el cajón.

11:59am#
Me empezaba a sentir observado, de repente los habitantes de 43 cubículos me veían sistemáticamente de reojo, faltaba una hora para la comida y yo no tenía siquiera aroma de tamal... o llegaban o me largaba yo a Guatemala. Agarré el teléfono y el directorio, marqué al Burrito-Cuartel y dije que quería hablar al vaticano o con Fox, pero que quería ver yo a alguien colgado si no llegaban los tamales.

- Si, que ya casi llegan, dijo Santa.

Si, se llamaba Santa y yo no dejaba de ver el puñetero reloj. 12:21 sonó mi extensión, era el guardia de la caseta de acceso a MoleyTopo corp. que alguien venía a dejar unas facturas y preguntado por mi.

- Pues si, si lo conozco, que lo dejen pasar.

[ Había que sonar confiado y poco desesperado o lo hacían pasar por el departamento de migración y entre el papeleo terminaría llegando a mi edificio el domingo por la noche. ]

Genial, el mensajero ya había llegado, en cualquier momento subía y sanseacabó, podría seguir viviendo yo en Monterrey. Dieron las 12:35 y el mensajero no llegaba... a menos que viniera montado en una tortuga de galápagos no podía llevarle más de 10 minutos llegar desde la caseta a mi lugar.

Contacté a Santa por el msn mazinger:

- Que ya está en el estacionamiento... el guardia no lo dejó subir, dijo.

El guardia no lo dejó subir? Pero si fui claro con el "Si lo conozco, que pase". Resultaba que al parecer le vieron en el carro una bolsa de esas para basura en tamaño industrial llena con tamales justo junto a la carpeta con las facturas. El mensajero se hizo una fama de vendedor ambulante prófugo y le dejaron en el estacionamiento.

Bajé las escaleras como si un perro me viniera siguiendo para morderme los tanates. Una vez llegué a la planta baja me dije:

- Con una puta madre... en el estacionamiento??!!!

Pues si, que la desesperación me hizo bajar sin recapacitar mucho, decirle a alguien 'te veo en el estacionamiento' estando en MoleyTopo era como aquella vez que le dije a mi partida de rol 'Vayan al norte'. El Norte? Al norte digamos 10 pasos? Dos cuadras? Canadá? Alaska? O te parece bien la Patagonia una vez que pasemos el polo norte? Que tan al norte, carajo!!!

Subía yo en chinga los escalones y volvía a mi lugar, si Rocky hubiera trabajado en MoleyTopo habría entrenado con estos escalones y no con la recorrido jodido ese que hizo en la película. Al llegar todo mundo me siguió con la mirada, pero no había rastro de tamales. Escribía a Santa:

- Santa, no jodas no me puedes decir 'en el estacionamiento'.

- Está en el estacionamiento, por los arbolitos.

Estaba yo por salir de nuevo en chinga rumbo a cualquier lugar donde hubiese tamales y me detuve... volví a mi lugar:

- Santa, no mames, hay pinchecientosmil arbolitos en el jodido estacionamiento. Dame el celular del tipo o no lo voy a encontrar.

- Pero por los arbolitos... -joder, parecía que no entendía-

- El celular, interrumpí.

- Son dos, dos arbolitos.

- No jodas.

- Están en el estacionamiento.

- Junto a otros 3000 güeyes.

.
.
.

Y así transcurrió un largo rato hasta que por fin me dieron el jodido celular, parecía que a Santa le estaba yo pidiendo la nómina de la empresa y no el celular del tipo.

Marqué y finalmente me puse de acuerdo con el mensajero, habiendo tanto estacionamiento había decidido quedarse en el último cajón de la subsección-bunker secreta del estacionamiento ZF54.

Llegué al punto y ni señas del tipo, me seguía diciendo por el celular que estaba ahí. El cabrón había instruido a Solid Snake y los boinas verdes en cuestiones de camuflaje o estaba yo ciego como un jodido topo.

- Joder, golpea un carro, tira una bengala o haz algo que no te veo.

Ondeo un trapo, falda, tanga o paliacate rosa y finalmente le ubiqué. Bajo un árbol frondoso y verde, un carro verde sobre el pasto verde albergaba a un tipo de camisa verde... tenía los tamales.

Subí las largas escaleras acarreando el equivalente en tamales a un hipopótamo bebe. Llegué sin aliento pero con la comida, la gente del piso ya bajaba las antorchas y escondía los trinches. Al término de 15 minutos cada quien tenía lo que teoría era su orden; la situación bajaba de DEFCON 5 a DEFCON2, pero yo no quería seguir en el edificio... si las órdenes estaban mal habían quedado a la mano las armas campesinas.

Levanté las cosas de mi lugar y fui con el orco:

- Jefa, se acuerda de ese pendiente para el cuál tendría que ir a la planta de Vacalok? - que quedaba lejos y fuera del complejo MoleyTopo-.

- Pues si, pero no que no querías ir?

- Ahh, me ha nacido el amor en viernes por la tarde y uno siempre puede querer más trabajo, no?

- Ok, le aviso al encargado que vas para allá.

Tomé mis cosas y huí mientras todos comían tamales o revisaban órdenes. Ya lidiaría con ellos el lunes cuando a todos el alcohol les haya bailado la memoria de la semana.