El router que vino a cenar

Siempre pensé que retomar mi blog después de un largo descanso post-boda sería con un tema más relevante: Hussein y la horca, la historia de cómo estropee las tijeras de niño de primaria podando la bugambilia … no se, cualquier cosa.

El caso es, que en realidad la mayor parte de este tiempo la pase haciendo un catch-up de todos esos juegos que compré y debía terminar … otra parte la pase acoplándome a la vida de casado y ... una minoría estresantemente significativa intentando instalar mi router.

Si, un router … esas pequeñas cajitas negras maravillosas que manejan el mundo de la IP, el DNS, la NAT y otros tantos acrónimos jodidos … improvisan redes, llevan la internet inalámbrica a donde no la hay y de paso permiten que el vecino te robe tu ancho de banda … son como Jesucristo hecho dispositivo de networking.

Mi problema era sencillo, no tenemos inalámbrica en la casa; solución: comprar un router. La verdad es que Lady Hinata nunca externó queja alguna a falta de inalámbrica, pero la opción de ir a ver anime a la sala sin dejar de bajar pornografía se hacía interesante.

Cuando un buen martes me hice de uno, decidí instalarlo ese mismo día. Inserta el CD, desenchufa el Modem, echufa el router, muerde el cable de corriente y ejecuta el wizard de configuración … la verdad es que en ese entonces estaba lo suficientemente cansado como para tirar mi orgullo de Ing en Sistemas a la basura y ejecutar el wizard … dar click 16 veces al botón de next en un proceso largo para decir "no se un carajo" y listo! El Router lo hace todo! Jesucristo autoconfigurable …

La verdad es que por allá del click #8 me arrepentía por que parecía que el programador del wizard había puesto rutinas de Do_Nothing() a ejecutarse unas 300 veces por click y esto iba ya para largo … pero seguro que al final lo valdría y esa misma noche vería el episodio 7 de Busou Renkin mientras bajabamos la Jenna Jameson Complete Collection.

Click #16: Breeeeeeeeeeeee!!!! Breeeeeeeee!!!! Mayday! Foco rojo!

Hagamos el cuento corto, la aplicación me había dicho que el wizard no jalaría conmigo por ser un afortunado usuario de Telmex (equivalente a Telefonica) y por que al router le parecía que era como trabajar para los nazis! Habría que configurarlo manualmente, ensuciarme las manos, joderme la vida un rato viendo si le gusta más el cable de ethernet en amarillo o azul.

La odisea manual empezó el mismo miércoles siguiente ... no puedo describir el proceso a detalle, pero diré que fueron 2 horas de agonia, sudor y pedazos de cables de red amarillo y azul volando por los cielos … al final el router volvía a su caja y yo armaría un plan de ataque para el resto de la semana…

Jueves: Configurar para PPPoE, proporcionar el DNS y probar.
Viernes: Ahora configurar para L2TP, ofrecerle una taza de te y arroparlo con mi cobija.
Sábado: Prepararle huevos con jamón y llevarle el periódico para el desayuno.
Domingo: Llevar el router a misa.

Nada funcionaba … yo me seguía levantando a trabajar y veía al router en su caja a lo lejos; cuando el router se despertaba por la noche, yo seguía bajando porno. En una noche de desesperación, la powernana (antiguo compañero de trabajo de Burrito Mobile Consulting) asistió por msn el suplicio diario de intentar configurarlo … al final llegó a la conclusión de que necesitaría verlo en persona y llevar un bat.

Y pues hoy … el bastardo sigue en el rincón, riendose de mi y de mi red alámbrica.